A PROPÓSITO DE SER BLANCO

Comparte este post

[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]H[/mkdf_dropcaps]an pasado dos semanas desde la lamentable muerte de George Floyd, y visto queda que una amplia mayoría de la población mundial opina que seguimos combatiendo contra el racismo más brutal e irracional, aunque también hemos podido ver la auténtica cara de la hipocresía y la superioridad moral más mezquina y apática.

Vamos a obviar hechos como aquellos en los que las personas que ardían de furia por manifestaciones «cayetanas» son las mismas a las que se les olvida la distancia de seguridad a la hora de enarbolar cánticos y derechos que conjugan mejor con sus ideales, pero no entremos en esto, ya está Ana Rosa para decir gilipolleces.

Hablemos de una revolución, porque lo es; que de un día ha pasado de ser un problema que se veía como «típico» de la sociedad norteamericana y al que no se le prestaba ninguna atención, a un conflicto que envuelve a toda la población mundial. Hemos visto casos como el de París, con su propio mártir: Adama Traoré, claro que este caso es de 2016 y las protestas surgen ahora, por lo visto en su día ya hubo algún altercado por este hecho, pero no hace nada más que reafirmar mi postura: ¿Nos estamos manifestando de la manera adecuada?, ¿por qué estamos buscando nuestra identidad en una lucha racial? Y más importante, ¿qué casos son dignos de rememorar y apoyar y cuáles no?

Es cierto que en E.E.U.U. muchos grupos recitan el nombre de varios afroamericanos abatidos por la policía injustamente, pero por si no había quedado claro, estoy hablando de Europa, ¿de verdad alguien cree que está cambiando algo? Entiendo que haya personas realmente implicadas que facilitan varios medios para apoyar económicamente a la causa anti-racista, así como la variedad racial y cultural de algunos puntos clave europeos, pero de ahí a suponer que no hacer nada ante esta injusticia es lo mismo que apoyar el racismo, me parece excesivo.

Espero que la gente ya haya superado el hecho de que un fondo negro es una pantomima más que una manifestación y que ha resultado en un meme, ¿qué mejor publicidad hay para las empresas que poner un puto fondo negro? Por favor, no entendamos estas palabras como un manifiesto anti-anti-racismo, no hablo por nada: Basta con que La Sexta (o quién sea), te ponga un vídeo de un/a afromaericano/a llamando a la movilización mundial para que te hagan sentir como la mayor basura por no compartir el #BlackLivesMatter patrocinado por Louis Vuitton, Adidas, Nike, L’Oreal y Apple, deben de ser las empresas de la gente pobre, porque si no, no me lo explico. Y el que dude de esto, solo tiene que buscar en Google empresas que apoyan el BlackLivesMatter, casi parece que aquel que no lo haga esté apoyando abiertamente el racismo.

¿Cómo podemos hablar al respecto de algo de un calado tal como es el anti-racismo sin tomar una postura moralizante, partidista y ante todo, que tenga éxito? Aquí es donde nos ponemos a hablar de la escala de valores y las costuras del nuevo activismo, de la emancipación social, ¿qué alternativas existen a estos problemas? Dónde está la lucha política de un país que se va a morir de hambre, donde se sigue hablando de «el virus chino», hablemos sobre cómo no nos parece racista bromear con el puto arroz tres delicias o sobre cómo viven subsaharianos y magrebíes trabajando en la fruta en nuestro país, todo ello recibe el nombre de migración profesional, oportunidades…

Miramos con horror el muro de Trump, pero, ¿nos hemos olvidado ya de lo que pasa con el salto de altura en Ceuta? Desde luego no estoy aquí para actuar de predicador, estas causas me parecen tan lejanas y ajenas que no considero si quiera inmiscuirme personalmente, ¿me hace eso peor persona? No, seguramente haya otros ahí fuera que puedan hacer ese trabajo de forma bastante más eficiente y significativa que yo, a la luz salieron distintos argumentos sobre qué hashtag usar y qué imágenes propagar, incluso algunos afroamericanos han hablado sobre las pésimas condiciones en las que viven, unido a los índices de criminalidad que caracterizan esas condiciones, no es porque sean negros, sino por esa segregación previamente pensada que los hace tener que buscarse la vida, creando sus propias estrategias sociales para poder sobrevivir.

Todavía recuerdo cuando vi BlacKkKlansman (2018) de Spike Lee, al final de la película se nos muestran los episodios de violencia racista de Charlottesville en 2017, hecho al que por cierto tampoco se prestó mucha atención en Europa y que como siempre, se olvidó. La primera vez que vi el final pensé en que no me gustaba porque sentía que Lee trataba de aleccionarme, hoy me doy cuenta de que ni yo, ni vosotros, somos distintos a esos blancos armados, porque más que ayudar a que acabe la exclusión social, estamos apoyando la propaganda y el cinismo más repugnante y rabioso.

Es obvio que no es culpa del movimiento que las empresas quieran beneficiarse del tirón de esta manifestación, razón de más para que seamos consecuentes con lo que compartimos y con lo que realmente apoyamos, creo desacertado llamar a esto «postureo» ya que subyace un problema mayor detrás, la necesidad de identidad, aunque esto nos llevaría a hablar de otro tema.

Claro que puedes apoyar el movimiento brevemente para posicionarte, pero no hagas como si te fuese la vida en ello ni expongas los saqueos como una excusa para saciar tu modelo ideal de sociedad que grita, pero no dice nada.

Hablemos sobre cómo algunas personas dicen que cualquier crítica a este movimiento ensombrece su objetivo original: la libertad y la igualdad. No, las personas que tratan de imponer una falsa preocupación que olvidarán en dos semanas son las que ensombrecen a todas aquellas que realmente actúan y que pueden apoyar un verdadero cambio social, esas personas que dan, literalmente, su vida a distintas causas y que se patean las calles en busca de firmas y recaudaciones voluntarias mientras tú posteas una manifestación sin levantar el culo del sofá y teorizas sobre lo malo que eres por ser blanco.

Obviamente no puedes preocuparte por cada causa injusta en el mundo, pero tal como lo veo, o te dedicas a una o apártate lo antes posible y no molestes, porque lo que quiero ver es gente preocupada y que realmente sienta su lucha, no a dos graduados en márketing digital, vendedores de ideologías, que me expliquen cómo puedo ser menos blanco, ¡y todavía hay quien al leer esto pensará: joder, menuda chapa! Eso sí, con rigor eclesiástico, pondrá su granito de arena al publicar un fondo negro, que literalmente, es nada.

Comparte este post

[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]H[/mkdf_dropcaps]an pasado dos semanas desde la lamentable muerte de George Floyd, y visto queda que una amplia mayoría de la población mundial opina que seguimos combatiendo contra el racismo más brutal e irracional, aunque también hemos podido ver la auténtica cara de la hipocresía y la superioridad moral más mezquina y apática.

Vamos a obviar hechos como aquellos en los que las personas que ardían de furia por manifestaciones «cayetanas» son las mismas a las que se les olvida la distancia de seguridad a la hora de enarbolar cánticos y derechos que conjugan mejor con sus ideales, pero no entremos en esto, ya está Ana Rosa para decir gilipolleces.

Hablemos de una revolución, porque lo es; que de un día ha pasado de ser un problema que se veía como «típico» de la sociedad norteamericana y al que no se le prestaba ninguna atención, a un conflicto que envuelve a toda la población mundial. Hemos visto casos como el de París, con su propio mártir: Adama Traoré, claro que este caso es de 2016 y las protestas surgen ahora, por lo visto en su día ya hubo algún altercado por este hecho, pero no hace nada más que reafirmar mi postura: ¿Nos estamos manifestando de la manera adecuada?, ¿por qué estamos buscando nuestra identidad en una lucha racial? Y más importante, ¿qué casos son dignos de rememorar y apoyar y cuáles no?

Es cierto que en E.E.U.U. muchos grupos recitan el nombre de varios afroamericanos abatidos por la policía injustamente, pero por si no había quedado claro, estoy hablando de Europa, ¿de verdad alguien cree que está cambiando algo? Entiendo que haya personas realmente implicadas que facilitan varios medios para apoyar económicamente a la causa anti-racista, así como la variedad racial y cultural de algunos puntos clave europeos, pero de ahí a suponer que no hacer nada ante esta injusticia es lo mismo que apoyar el racismo, me parece excesivo.

Espero que la gente ya haya superado el hecho de que un fondo negro es una pantomima más que una manifestación y que ha resultado en un meme, ¿qué mejor publicidad hay para las empresas que poner un puto fondo negro? Por favor, no entendamos estas palabras como un manifiesto anti-anti-racismo, no hablo por nada: Basta con que La Sexta (o quién sea), te ponga un vídeo de un/a afromaericano/a llamando a la movilización mundial para que te hagan sentir como la mayor basura por no compartir el #BlackLivesMatter patrocinado por Louis Vuitton, Adidas, Nike, L’Oreal y Apple, deben de ser las empresas de la gente pobre, porque si no, no me lo explico. Y el que dude de esto, solo tiene que buscar en Google empresas que apoyan el BlackLivesMatter, casi parece que aquel que no lo haga esté apoyando abiertamente el racismo.

¿Cómo podemos hablar al respecto de algo de un calado tal como es el anti-racismo sin tomar una postura moralizante, partidista y ante todo, que tenga éxito? Aquí es donde nos ponemos a hablar de la escala de valores y las costuras del nuevo activismo, de la emancipación social, ¿qué alternativas existen a estos problemas? Dónde está la lucha política de un país que se va a morir de hambre, donde se sigue hablando de «el virus chino», hablemos sobre cómo no nos parece racista bromear con el puto arroz tres delicias o sobre cómo viven subsaharianos y magrebíes trabajando en la fruta en nuestro país, todo ello recibe el nombre de migración profesional, oportunidades…

Miramos con horror el muro de Trump, pero, ¿nos hemos olvidado ya de lo que pasa con el salto de altura en Ceuta? Desde luego no estoy aquí para actuar de predicador, estas causas me parecen tan lejanas y ajenas que no considero si quiera inmiscuirme personalmente, ¿me hace eso peor persona? No, seguramente haya otros ahí fuera que puedan hacer ese trabajo de forma bastante más eficiente y significativa que yo, a la luz salieron distintos argumentos sobre qué hashtag usar y qué imágenes propagar, incluso algunos afroamericanos han hablado sobre las pésimas condiciones en las que viven, unido a los índices de criminalidad que caracterizan esas condiciones, no es porque sean negros, sino por esa segregación previamente pensada que los hace tener que buscarse la vida, creando sus propias estrategias sociales para poder sobrevivir.

Todavía recuerdo cuando vi BlacKkKlansman (2018) de Spike Lee, al final de la película se nos muestran los episodios de violencia racista de Charlottesville en 2017, hecho al que por cierto tampoco se prestó mucha atención en Europa y que como siempre, se olvidó. La primera vez que vi el final pensé en que no me gustaba porque sentía que Lee trataba de aleccionarme, hoy me doy cuenta de que ni yo, ni vosotros, somos distintos a esos blancos armados, porque más que ayudar a que acabe la exclusión social, estamos apoyando la propaganda y el cinismo más repugnante y rabioso.

Es obvio que no es culpa del movimiento que las empresas quieran beneficiarse del tirón de esta manifestación, razón de más para que seamos consecuentes con lo que compartimos y con lo que realmente apoyamos, creo desacertado llamar a esto «postureo» ya que subyace un problema mayor detrás, la necesidad de identidad, aunque esto nos llevaría a hablar de otro tema.

Claro que puedes apoyar el movimiento brevemente para posicionarte, pero no hagas como si te fuese la vida en ello ni expongas los saqueos como una excusa para saciar tu modelo ideal de sociedad que grita, pero no dice nada.

Hablemos sobre cómo algunas personas dicen que cualquier crítica a este movimiento ensombrece su objetivo original: la libertad y la igualdad. No, las personas que tratan de imponer una falsa preocupación que olvidarán en dos semanas son las que ensombrecen a todas aquellas que realmente actúan y que pueden apoyar un verdadero cambio social, esas personas que dan, literalmente, su vida a distintas causas y que se patean las calles en busca de firmas y recaudaciones voluntarias mientras tú posteas una manifestación sin levantar el culo del sofá y teorizas sobre lo malo que eres por ser blanco.

Obviamente no puedes preocuparte por cada causa injusta en el mundo, pero tal como lo veo, o te dedicas a una o apártate lo antes posible y no molestes, porque lo que quiero ver es gente preocupada y que realmente sienta su lucha, no a dos graduados en márketing digital, vendedores de ideologías, que me expliquen cómo puedo ser menos blanco, ¡y todavía hay quien al leer esto pensará: joder, menuda chapa! Eso sí, con rigor eclesiástico, pondrá su granito de arena al publicar un fondo negro, que literalmente, es nada.

Post relacionados

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a unirse al Estado Islámico

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a...

Arévalo: Volumen 4

Nadie puede dudar de que esta portada merece una...

Spiz rejuvenecedor: el caso Manolo Kabezabolo

En una época todavía ajena a la viralidad y...

Fumio Kishida: encendida a los 80

El aumento de la esperanza de vida se cierne...

De la oscuridad a 9M$: el ascenso de Bella Poarch

En el mundo efímero de las redes sociales, pocos...

Grimes, la ex de Musk obsesionada con el transhumanismo para bebés

Grimes, cuyo nombre real es Claire Boucher, es un...