Un pensamiento en voz alta: ¿soy el único al que este señor histriónico le empieza a parecer un personaje detestable?
Más allá de las obviedades de Barrio Sésamo con las que podríamos establecer un robusto consenso (los médicos nos están curando, a los médicos les faltan medios, el Gobierno es malo, hay que quedarse en casa para no propagar el Coronavirus, no hay que saturar las Urgencias…), este pavo hace ya varios días que ha cruzado la peligrosa línea roja que separa al currante comprometido y al showman.
Al margen de la heroica -o si inflamos un poco menos los calificativos, simplemente “profesional”,- labor de tantos, que en el caso de los sanitarios guarda plena correspondencia con nada menos (pero nada más) que el cumplimiento del código deontológico, resulta innecesario que un macaco chillón esté cada veinte minutos subiendo un vídeo con tono de monólogo de Late Night para abroncar a todo el mundo, con la clásica actitud del galeno perdonavidas, soltando enésimos exabruptos que ya suenan impostados, youtuberianos, Hollywoodienses, CIRCENSES.
Como venimos reflexionando, la sociedad no deviene virtuosa ni pecaminosa de forma radical en función de un virus. Seguimos siendo un poco de todo y mucho de nada. Y el espejo perceptible de ambos extremos a veces es más visible y otras menos.
Este drama hiperbólico es el venenoso ejemplo del carroñero que absorbe la viralidad de una coyuntura trágica en pro de efímera resonancia, de numéricos suscriptores y de coléricas manadas de comentarios con el puño en alto y tres emojis.
A este tío le ampara un escudo incuestionable: que al mismo tiempo que se glorifica y se laurea, en una especie de onanismo virtual, está salvando vidas.
Pero eso no hace sino ahondar en la inmoral estratagema de quien se aúpa cuando lo cívico es trabajar, persuadir pedagógicamente y callar.
Y sí. Posiblemente traer a la cuestión a este personaje sea otra manera de dibujar un trampolín, pero hay varias diferencias notables: aquí no nos conoce ni Dios y cuando leas esto puedes hacerlo en voz baja y no con los horrísonos gritos con los que alecciona a diestro y siniestro este mamarracho alocado.
Yo
Yo solo digo que el ejemplo de este gorila trasnochado (autóctono de after de dudosa reputación un viernes a las 8:23 a.m.) no es más que aquel que dice que con las formas se puede llegar a perder la razón. Es obvio que lo que está defendiendo y denunciando cual vietnamita bajito y cabezon que un napalm acaba de asustar mientras plantaba un pino es totalmente cierto y real, el gobierno nos miente y nos toma por el pito del sereno sabiendo que la única manera de parar está vaina loca es la realización MASIVA de test con el consiguiente aislamiento de los casos positivos en hospitales y hoteles perfectamente acondicionados. Pero no, el dinero para coca y p*tas que no me lo toquen, que me da la mala. En fin, hay que apoyar su discurso pero enseñarle también que no hace falta ser Paco Umbral con libro nuevo las 24 horas del día.
ElDoctorJaus
Por fin alguien que lo dice, yo pienso lo mismo
El mismo
A mi me tiene hasta la polla.
Bel
Es insoportable el cocainómano este