[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]M[/mkdf_dropcaps]e fascina. Edu ha triunfado en lo que otros tantos han fallado: ser una estrella mediática de Instagram y mantenerlo día a día, con una fiel red de seguidores, fans, haters o curiosos que, periódicamente, miramos el contenido que sube como el que ve La Sexta Noche y después te da la chapa en el bar. Yo doy la chapa con Edu Ginés 10. Y me enorgullezco de ello.
Igual me he pasado un poco con lo de estrella mediática, puede que esa sea mi concepción como persona que ha sido absorbida por su desmesurada sonrisa de no haber roto “un plato de macaggones ummm jeje mi comida favoggita” y que sea la única persona que ama a Edu sin conocerle de absolutamente nada. Cuando te metes en los comentarios ves a un montón de chavales que le avisan del ridículo que está haciendo con esos videos suyos, el poder del libertinaje. Para mí, ellos son los que hacen el ridículo. En general toda persona que se meta en los comentarios para hacer la crítica más feroz de los últimos diez años me parece patética. Pero he venido a hablar de Edu Ginés 10, por favor, hacedme saber si también amáis a esta persona, espero no ser el único, merece el cielo. O más aún. Merece un buen Fast Cagg, merece una “Pggincess de ojos azules y ggubia aunque castaña también estaggia bien poggque el amogg va por dentggo jeje”. Le estoy imitando como si fuera francés y tiene más acento de guiri de Peñíscola. Nunca fui bueno imitando.
¿Conocerá algún día a su Princess? ¿Logrará tener ese Fast Car que tanto ansía? ¿Tener esa vida de ensueño viviendo en California y codeándose con sus ídolos de Fast & Furious (menos con Paul Walker)? No lo sé. Nadie lo sabe. Desde luego, la actitud la tiene. Y eso es lo que más me gusta de él, su actitud. Suelo odiar a la gente que es súper mega híper positiva y que toda la vida es de color de rosas y lucha por tus sueños y demás mierda que no lleva a ningún lado. Suelen ser personas sin un ápice de empatía, demonios del Señor Felicidad encargados de joderte cada rato de miseria que tengas en tu vida. Pero Edu es distinto. Es sencillo. Cuando le escuchas hablar, tus sueños se materializan en la mente y una brisa de Poderconseguirtodo te acaricia la cara.
Y te ríes mucho.
Porque a eso va Edu, mi nuevo mejor amigo Edu, a que te rías con él. Detrás de toda esta historia que tanto atrapa a espectadores vacíos como yo, al final, solo queda la risa. Y yo lucharé por mis sueños, y lo haré por ti, Edu.
Edu Ginés 10, te quiero.
