Por qué tus memes son una mierda

Comparte este post

[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]E[/mkdf_dropcaps]n el apogeo del capitalismo más rampante, ante la crisis económica global que acecha, bajo la sombra del panorama político más funesto a nivel mundial, la pregunta en los labios de todos los jóvenes es la siguiente: ¿Por qué mis memes son una mierda?

En los últimos años, el éxito de diversos creadores de contenido ha sido tan reproducido y replicado como expandido, pues la idea de que el humor online es algo que cualquiera puede disfrutar en su tiempo libre va a menudo unida a la de que cualquiera puede contribuir a la causa de los chistes de texto sobre imagen. ¿Pero puede cualquiera ser memero? ¿Es un meme cualquier imagen con texto que me entretenga o me haga reír? ¿Existe una revolución social e ideológica tras la oleada de creadores que aún sigue levantándose en Instagram y otras redes sociales? En este artículo se tratará de arrojar luz sobre estas y otras cuestiones, probablemente con un resultado debatible, pues todo este asunto no solo es tremendamente subjetivo, sino que también relativamente nuevo.

Podría deshacerme en divagaciones sobre la historia de los memes, desde los “rage comics” de finales de los 2000 hasta el shitposting frenético al estilo Uncanny Valley de creadores peninsulares que piensan que el español sudamericano es un elemento de comedia en sí mismo, pasando por las viñetas de Bad luck Brian o Aliens, que establecieron el Binario Top text /Bottom text, pero voy a asumir que el lector de este artículo tuvo una infancia/pubertad tan aburrida como la mía y que de forma accidental es, al igual que yo, un experto en la materia.

La evolución de las distintas formas de expresar comedia online ha ramificado y reinventado el concepto de “Meme” hasta unos límites casi imposibles que distinguir, pero existen varias reglas que pueden ayudar a saber qué NO ES un meme:

1. Una foto de tu cara no es un meme

meme es una mierda mundogrisNo se sabe exactamente qué es lo que hace que una expresión facial trascienda a un estado superior de comedia y se convierta en un vehículo para expresar una emoción concreta, pero desde luego no eres tú en tu habitación poniendo caras raras delante de la cámara. Una reacción famosa con la que mucha gente se sienta identificada, como la foto de Nancy Pelosi partiendo unos documentos por la mitad mientras Donald Trump recibe un aplauso, o, por citar algo más cercano, el “por qué no te callas” del rey emérito a Hugo Chávez, puede convertirse por distintas razones en meme: Puede ser porque gran parte de la audiencia sienta que ellos hubieran hecho lo mismo en esa situación, o simplemente porque resulta inesperado en el contexto en el que sucede (esto último le pasó a Juan Carlos). El factor sorpresa es uno de los pilares fundamentales de la comedia, y no hay nada menos sorprendente que intentar crear memes con TU PROPIA CARA sin ningún contexto. Lo viral no puede provocarse, es un ente orgánico, es un fruto de la madre naturaleza.

2. Una entrada de Wikipedia no es un meme

Algo maravilloso que será discutido más adelante en algo a lo que imagino que llamaré “memes de chicas” (sé que suena rancio pero por favor esperad), es la manera en la que la comedia online, al igual que todas las otras variedades de comedia, se ha aprovechado para realizar críticas sociales de tremenda importancia y necesidad. Sin embargo, existen maneras más eficaces que otras de realizar este tipo de críticas A TRAVÉS DEL PRISMA DE LA COMEDIA. Si tu página de instagram/twitter se autodenomina una “página de memes”, por favor no te dediques a publicar muros de texto sobre teoría social que no tengan ningún elemento cómico, porque eso es mentir a tu audiencia. Es una labor necesaria, admirable y legítima, pero que pases la teoría a fuentes de PicsArt y le pongas fotos de chicas Anime no la hace graciosa. Sí que la hace más amena y atractiva de leer, pero no graciosa.

Una vez establecidos estos dos principios (la comedia online tiene que ser espontánea y graciosa) podemos avanzar más en el estudio de distintos tipos de Meme, pero antes, regresemos a la introducción, donde he realizado la pregunta ¿puede cualquiera ser memer?

3. No.

Esa es la respuesta fácil. La difícil es “No, pero con muchas variables”. Voy a hacer otra pregunta: ¿Los memes son arte? A esta me da miedo responder. Si consideramos los Memes como un vehículo de expresión artística, entonces cualquier manifiesto de emociones mediante la difusión de una imagen con texto por cualquier plataforma online podría considerarse un meme, pero incluso entonces, varios tipos de creadores de contenido quedarían fuera de la ecuación. En primer lugar, los dos que he nombrado hasta ahora. Ninguno de ellos muestra ningún tipo de emoción en su obra (vaya palabrita), salvo una previamente manufacturada que se vende como única interpretación del meme (esta es mi cara de asco, usadla para cuando algo os de asco / esta es mi tesis sobre el capitalismo, usadla para meteros con gente que defienda el capitalismo). Considerando el Meme como un producto artístico, lo lógico sería que parte del significado se le permitiera al consumidor, tiene que ser una obra (uff) de libre interpretación.

Otro caso de No Memeros sería el de las famosas páginas que “recopilan” memes, citando y acreditando a los autores de los mismos, pero que básicamente suponen una versión “buena” de las páginas que roban memes de toda la vida. Si te dedicas a robar, recopilar, archivar o coleccionar, no eres memero. O memeador. Eres alguien que se aburre un poco. O quizá simplemente no tengas ganas de explorar tu capacidad creativa, o no te dé la gana, lo que nos lleva al próximo punto.

4. ¿Tú quién eres, so desgraciada?

En este apartado me limitaré a hablar de Instagram como medio de expansión de memes. Instagram es una red social construida sobre un principio muy claro: Exponer tu identidad. Enseñarle a la gente quién eres, dónde estás y qué piensas. Esto se aplica tanto a las fotos que te sacas con tus amigos en la playa como a tus memes. La Identidad del creador es un factor primordial de su conexión con la audiencia, que es a su vez un factor primordial de la comedia. Los ladrones y coleccionistas de memes no son nadie, son todos, un cajón lleno de cosas graciosas, pero sin ninguna conexión.

meme es una mierda mundogrisEn un mundo ideal, scrollear en una página de memes de instagram debería permitirte ver el progreso creativo de una persona más allá, tanto en la edición de sus fotos como en el mensaje de las mismas, alguien de quien sentirte orgulloso, alguien con quien conectar, alguien que piensa como tú, o mejor, que ha desarrollado pensamientos más allá del punto en el que un día coincidisteis. Existe un grupo de memeros en particular, conocido por algunos como “La esfera esteponera” (@primate.bionico.reventao, @musumufojo, @homo_grex_sapiens y más gente) que personalmente considero un exponente muy grande de este punto que estoy desarrollando. Esta comunidad se caracteriza por un esfuerzo nulo en utilizar herramientas de edición más allá del propio instagram, y por su flagrante indiferencia por el mundo que les rodea. Sus creaciones no están dirigidas a un público grande, su objetivo no es llegar a la viralidad mediante TEMAS DE CANDENTE ACTUALIDAD o fuentes chulas y fotos de anime, más bien encontrar un repositorio donde almacenar su caca mental para archivar el progreso (o declive) de su vida como individuos. Cuando uno de estos creadores habla de las drogas como medio de escape del tedio de la vida, o de la disforia de género, o de la depresión, lo hace de una manera genuinamente graciosa, sin tratar de solucionar el problema mediante una charla instructiva. Esto contribuye al pensamiento colectivo de que un problema no tiene por qué arreglarse, ni siquiera tiene por qué tener solución, pero siempre podremos reírnos de él, o reírnos con él.

Del mismo modo, cuando @zorras.regular publica una foto sobre sus problemas de autoestima o sobre el sexo como medio para obtener validación, crea una imagen sincera de alguien que está pasando por un lugar muy oscuro con toda la dignidad que puede. No es una sexóloga diplomada que vaya a arreglarte la vida, es una persona tan jodida como tú que simplemente te puede ayudar a echar unas risas mientras los dos estáis en el fondo del pozo. Esa es la conexión que se busca, eso es lo que la gente quiere ver cuando aprovecha su estreñimiento para pasar 25 minutos sentado en el váter mirando instagram. Esta identidad, construida sobre la empatía, la sinceridad y el reflejo fiel de una actitud que puede resonar con una audiencia que busca un alivio del estrés continuo que es la vida, nos lleva a una clara conclusión: si no estás dispuesto a sincerarte, si no estás listo para sacar a la luz tus miedos y preocupaciones personales sin temor a que te juzguen, para así demostrar que no hay nada de qué avergonzarse siempre y cuando tengas fuerza para aceptar tu propia oscuridad como individuo con una sonrisa, si no estás dispuesto a enseñar al público quien eres realmente, no puedes ser memer.

5. O si no puedes hablar de política

meme es una mierda mundogrisQué bonito hubiera sido. Qué precioso hubiera sido terminar el artículo con esa frase, y establecer que la única vía para el éxito como cómico online es elaborar una identidad artística completa y compleja que te haga conectar con el público afín a quien eres. Sin embargo, como siempre, existe una vía rápida de maximizar estadísticas como la relatabilidad o el valor de las referencias (cosas que se desarrollarán más adelante, cuando este artículo tenga 56093 páginas), y se trata de hablar de cosas que le interesan a todo el mundo. Cuentas como @politicalmoods no necesitan mostrar una identidad personal para conectar con la audiencia (aunque inevitablemente lo hacen, ya sea por su posicionamiento político o su manera de realizar chistes), porque hablan de temas que todo el mundo conoce, o lo que es más importante, temas que a la gente le interesa conocer.

¿Son la depresión post adolescente y el síndrome de peter pan temas relatables e interesantes para mucha gente? Sí. Pero Froilán pegándose un tiro en la pierna simplemente tiene un valor cómico que alcanza esferas de pensamiento tan variadas como numerosas. Todo el mundo puede reírse de esto. Por hacer una analogía que aporta una verticalidad irreal a esta clasificación: los memes anteriores son comida de autor, estos son comida de la abuela.

El rango de audiencia objetivo es básicamente de 9 a 99 años, y en algunos casos, mantener la suficiente ambigüedad política puede hacer que gente tanto de izquierdas como de derechas simpatice con tu contenido, que es un fenómeno que no voy a apreciar ni condenar. Es lo que le pasó a @rompiendo_espana, hasta que un día publicó una foto metiéndose con Pablo Iglesias, lo cual confirmó su posición como activistas Neonazis de la lucha armada. Lo que nos lleva a:

6. A todo el mundo no le puedes gustar

Encuentro casi a diario páginas vacías, que no solo no me transmiten la identidad de una persona pensante detrás de su contenido, sino que ni siquiera cuentan con un humor genérico y moderadamente disfrutable sobre temas como la política o las referencias a la cultura popular. En lugar de eso, se dedican a REPLICAR una fórmula que han visto funcionar en otro sitio.

Uno de los factores que otorga a @zorras.regular la relevancia que tiene en la escena memer (*arcada*) es el hecho de que después de ella nacieron innumerables cuentas de chicas tristes que sentían exactamente lo mismo que ella, y que habían descubierto que el humor era una manera lícita de lidiar con esos problemas que estaban experimentando. Esto dio pie a la creación de muchas cuentas interesantes y divertidas, no me malinterpretéis, pero no fueron todas. Muchas de ellas simplemente trataban de hacerse oír a toda costa mediante mensajes prácticamente idénticos y una estética descaradamente robada, lo cual puede funcionar si tu audiencia no conoce el contenido original, pero al fin y al cabo, estás poniendo sobre la mesa algo que ya ha sido estudiado y desarrollado, estás replicando el comportamiento de alguien que aprecias y admiras, lo cual es muy bonito como muestra de afecto, pero nada útil como método de creación expresiva. Me apena pensar que detrás de estas cuentas pueda haber gente con puntos de vista distintos e interesantes sobre asuntos que ya se han tratado, lo cual SÍ es válido, pero que simplemente no puedan encontrar su propia manera de expresarlos sin reproducir lo que ya se ha hecho antes. Y si ese no es el caso, lo mejor que se puede hacer es recurrir a la sabiduría ancestral del refranero popular, y seguir la regla de “o aportas, o apartas”. No existe una fórmula mágica que vaya a hacerte triunfar en las redes sociales, que tristemente es el objetivo de mucha gente que se lanza a la creación de comedia online. Y si existiera, desde luego no sería una que ya ha utilizado otra persona. Pero no existe. No hay nada que guste a todo el mundo por igual, no hay nada que no te haga posicionarte en algún bando de un conflicto o mostrar al público una opinión sobre un tema que pueda comprometerte en el futuro. No hay nada que todo el mundo entienda, con lo que esté de acuerdo, y que comparta inmediatamente.

7. ¡Váyase, señor cuesta!

meme es una mierda mundogrisJuan Santa Fé (espero que se llame así) o @sntfe trabaja con una maestría envidiable un campo del humor cuya audiencia es tan amplia y casi más numerosa que el de la política: la cultura popular. No todo el mundo sabe cuál es la opinión exacta de cada partido político sobre cada decisión tomada por el gobierno, pero todo el mundo sabe que cuando el Luisma de Aida entraba en escena, las risas enlatadas sonaban igual que Pedro Sánchez. Series como Aquí no Hay quien Viva, Cuéntame Cómo Pasó o la propia Aída hablan con varias generaciones sobre aspectos que ya conocen, aspectos que vinculan a recuerdos de tiempos probablemente más sencillos, y lo que es más importante, aspectos que desde un principio eran graciosos. No tienes que reírte por el meme, puedes reírte por cualquiera de los miles de chistes a los que te recuerda la mención de un personaje entrañable de una serie que veías a diario cuando la emitían. Este contenido alude a una parte muy personal de la audiencia, y crea de una forma muy elegante la identidad necesaria para que esta conecte con la foto, más allá de entender el chiste. En el caso preciso de @sntfe, el conocimiento de referencias oscuras de la historia de España en el campo de la cultura popular es tan denso y profundo que puede ocurrir lo contrario, puedes encontrar un chiste que no entiendas en absoluto, o una referencia a algo que te sea ajeno, como un videojuego nuevo o un Anime que no reconozcas, pero siempre habrá una mención a algo conocido que te haga decir “Vale, es él. Es el friki que se sabe de memoria monólogos de Chiquito de la Calzada de hace 50 años. Se ve que también sabe más cosas. Like.”

8. Pero, ¿y si no sé nada sobre nada?

Es bien sabido que la gente vaga y patológicamente estúpida constituye una mayoría abrumadora de la sociedad (si es que puedes concebir este nivel de metahumor siquiera), y sin duda cuentan con su propio campo de estudio en la comunidad. Se trata del shitposting, denominado “cacaposteo” recientemente por la R.A.E, uno de los mayores representantes de la corriente. El shitposting es, hasta donde lo he estudiado, el cuarto escalón de los grados de ironía, un tema tan denso que requeriría su propio artículo. Es difícil, contradictorio y carente de sentido tratar de explicar con palabras el pensamiento detrás de estas publicaciones, porque en la mayoría de casos no lo hay. Esta práctica se centra en los aspectos primitivos y profundos del humor, estímulos que ni siquiera cuando te ríes de ellos comprendes del todo. Lo único que tengo que tachar a esta corriente es que a veces utilizan cosas como la brutalidad verbal hacia minorías o el racismo estructural como factores cómicos, algo que no necesariamente va ligado a la identidad del creador, pues el shitposter no quiere reflejar en sus posts la ideología política que hay detrás, sino el juego imbécil de “el que diga la burrada más grande gana”. En la comunidad actual, tenemos a los @bocalaberinto representando a la comunidad autónoma vasca, a @pagina_cerrada. como adalid del post-shitposting y a muchas otras cuentas que no mencionaré, porque este campo del arte, como cualquier otro, está fundamentado en el amiguismo y la endogamia creativa. Vamos a hablar un poco de mierda:

9. Memitosano, el musical

En la introducción de este texto he planteado tres preguntas, y me gustaría decir que llegados a este punto he hecho todo lo que he podido para responder a dos de ellas. La tercera sería “¿Existe una revolución social e ideológica tras la oleada de creadores que aún sigue levantándose en instagram y otras redes sociales?”, que considero particularmente interesante.
Si me estás leyendo porque has intentado manifestarte como creador de contenido y te has sentido rechazado por la comunidad, estoy aquí para decirte: que te jodan.

No existe una comunidad. Las comunidades artísticas se levantan sobre causas ideológicas trascendentales tales como la especulación sobre aspectos fundamentales de la realidad que desconocemos, o la representación de una comunidad que es víctima de injusticia social. Que cinco memeros de tres al cuarto se nominen entre sí para cambiar la foto detrás de sus posts mutuamente y extender su esfera de influencia todo lo que puedan no tiene nada que ver con la creación de una comunidad artística.

El infame término “memesfera”, acuñado por la esfera Esteponera a finales del año pasado, ha llegado a ser el símbolo de una élite de creadores que se apoyan entre sí (y sólo entre sí) en una red social, lo cual nunca ha sido sinónimo de nada bueno. Puede parecer que esté lloriqueando, pero, cualquiera que ponga un poco de atención podrá darse cuenta de que los creadores más interesantes y exitosos que un día prácticamente fundaron la MEMESFERA han sido los primeros en querer alejarse de este término una vez ha ido tomando un mínimo de relevancia. Si me estás leyendo porque has sentido que tienes que “sentarte en la mesa de los populares”, quiero que sepas que nadie en esa mesa tiene ningún mérito más allá de decir que está sentado ahí. Instagram no son 5 graciosos haciendo el tag del memecover 45, instagram es el mundo, y el mundo te valora a ti como creador, como individuo, como personalidad con algo que decir y con un punto de vista único, no como parte de esta paja grupal que no lleva a ningún sitio.

Sintiendo que se me quedan muchas cosas en el tintero, me dispongo a poner fin a mi artículo con una frase que suena a cliché masticado, pero que es tan dura como cierta:

“Solo tienes que ser tú mismo”

Comparte este post

[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]E[/mkdf_dropcaps]n el apogeo del capitalismo más rampante, ante la crisis económica global que acecha, bajo la sombra del panorama político más funesto a nivel mundial, la pregunta en los labios de todos los jóvenes es la siguiente: ¿Por qué mis memes son una mierda?

En los últimos años, el éxito de diversos creadores de contenido ha sido tan reproducido y replicado como expandido, pues la idea de que el humor online es algo que cualquiera puede disfrutar en su tiempo libre va a menudo unida a la de que cualquiera puede contribuir a la causa de los chistes de texto sobre imagen. ¿Pero puede cualquiera ser memero? ¿Es un meme cualquier imagen con texto que me entretenga o me haga reír? ¿Existe una revolución social e ideológica tras la oleada de creadores que aún sigue levantándose en Instagram y otras redes sociales? En este artículo se tratará de arrojar luz sobre estas y otras cuestiones, probablemente con un resultado debatible, pues todo este asunto no solo es tremendamente subjetivo, sino que también relativamente nuevo.

Podría deshacerme en divagaciones sobre la historia de los memes, desde los “rage comics” de finales de los 2000 hasta el shitposting frenético al estilo Uncanny Valley de creadores peninsulares que piensan que el español sudamericano es un elemento de comedia en sí mismo, pasando por las viñetas de Bad luck Brian o Aliens, que establecieron el Binario Top text /Bottom text, pero voy a asumir que el lector de este artículo tuvo una infancia/pubertad tan aburrida como la mía y que de forma accidental es, al igual que yo, un experto en la materia.

La evolución de las distintas formas de expresar comedia online ha ramificado y reinventado el concepto de “Meme” hasta unos límites casi imposibles que distinguir, pero existen varias reglas que pueden ayudar a saber qué NO ES un meme:

1. Una foto de tu cara no es un meme

meme es una mierda mundogrisNo se sabe exactamente qué es lo que hace que una expresión facial trascienda a un estado superior de comedia y se convierta en un vehículo para expresar una emoción concreta, pero desde luego no eres tú en tu habitación poniendo caras raras delante de la cámara. Una reacción famosa con la que mucha gente se sienta identificada, como la foto de Nancy Pelosi partiendo unos documentos por la mitad mientras Donald Trump recibe un aplauso, o, por citar algo más cercano, el “por qué no te callas” del rey emérito a Hugo Chávez, puede convertirse por distintas razones en meme: Puede ser porque gran parte de la audiencia sienta que ellos hubieran hecho lo mismo en esa situación, o simplemente porque resulta inesperado en el contexto en el que sucede (esto último le pasó a Juan Carlos). El factor sorpresa es uno de los pilares fundamentales de la comedia, y no hay nada menos sorprendente que intentar crear memes con TU PROPIA CARA sin ningún contexto. Lo viral no puede provocarse, es un ente orgánico, es un fruto de la madre naturaleza.

2. Una entrada de Wikipedia no es un meme

Algo maravilloso que será discutido más adelante en algo a lo que imagino que llamaré “memes de chicas” (sé que suena rancio pero por favor esperad), es la manera en la que la comedia online, al igual que todas las otras variedades de comedia, se ha aprovechado para realizar críticas sociales de tremenda importancia y necesidad. Sin embargo, existen maneras más eficaces que otras de realizar este tipo de críticas A TRAVÉS DEL PRISMA DE LA COMEDIA. Si tu página de instagram/twitter se autodenomina una “página de memes”, por favor no te dediques a publicar muros de texto sobre teoría social que no tengan ningún elemento cómico, porque eso es mentir a tu audiencia. Es una labor necesaria, admirable y legítima, pero que pases la teoría a fuentes de PicsArt y le pongas fotos de chicas Anime no la hace graciosa. Sí que la hace más amena y atractiva de leer, pero no graciosa.

Una vez establecidos estos dos principios (la comedia online tiene que ser espontánea y graciosa) podemos avanzar más en el estudio de distintos tipos de Meme, pero antes, regresemos a la introducción, donde he realizado la pregunta ¿puede cualquiera ser memer?

3. No.

Esa es la respuesta fácil. La difícil es “No, pero con muchas variables”. Voy a hacer otra pregunta: ¿Los memes son arte? A esta me da miedo responder. Si consideramos los Memes como un vehículo de expresión artística, entonces cualquier manifiesto de emociones mediante la difusión de una imagen con texto por cualquier plataforma online podría considerarse un meme, pero incluso entonces, varios tipos de creadores de contenido quedarían fuera de la ecuación. En primer lugar, los dos que he nombrado hasta ahora. Ninguno de ellos muestra ningún tipo de emoción en su obra (vaya palabrita), salvo una previamente manufacturada que se vende como única interpretación del meme (esta es mi cara de asco, usadla para cuando algo os de asco / esta es mi tesis sobre el capitalismo, usadla para meteros con gente que defienda el capitalismo). Considerando el Meme como un producto artístico, lo lógico sería que parte del significado se le permitiera al consumidor, tiene que ser una obra (uff) de libre interpretación.

Otro caso de No Memeros sería el de las famosas páginas que “recopilan” memes, citando y acreditando a los autores de los mismos, pero que básicamente suponen una versión “buena” de las páginas que roban memes de toda la vida. Si te dedicas a robar, recopilar, archivar o coleccionar, no eres memero. O memeador. Eres alguien que se aburre un poco. O quizá simplemente no tengas ganas de explorar tu capacidad creativa, o no te dé la gana, lo que nos lleva al próximo punto.

4. ¿Tú quién eres, so desgraciada?

En este apartado me limitaré a hablar de Instagram como medio de expansión de memes. Instagram es una red social construida sobre un principio muy claro: Exponer tu identidad. Enseñarle a la gente quién eres, dónde estás y qué piensas. Esto se aplica tanto a las fotos que te sacas con tus amigos en la playa como a tus memes. La Identidad del creador es un factor primordial de su conexión con la audiencia, que es a su vez un factor primordial de la comedia. Los ladrones y coleccionistas de memes no son nadie, son todos, un cajón lleno de cosas graciosas, pero sin ninguna conexión.

meme es una mierda mundogrisEn un mundo ideal, scrollear en una página de memes de instagram debería permitirte ver el progreso creativo de una persona más allá, tanto en la edición de sus fotos como en el mensaje de las mismas, alguien de quien sentirte orgulloso, alguien con quien conectar, alguien que piensa como tú, o mejor, que ha desarrollado pensamientos más allá del punto en el que un día coincidisteis. Existe un grupo de memeros en particular, conocido por algunos como “La esfera esteponera” (@primate.bionico.reventao, @musumufojo, @homo_grex_sapiens y más gente) que personalmente considero un exponente muy grande de este punto que estoy desarrollando. Esta comunidad se caracteriza por un esfuerzo nulo en utilizar herramientas de edición más allá del propio instagram, y por su flagrante indiferencia por el mundo que les rodea. Sus creaciones no están dirigidas a un público grande, su objetivo no es llegar a la viralidad mediante TEMAS DE CANDENTE ACTUALIDAD o fuentes chulas y fotos de anime, más bien encontrar un repositorio donde almacenar su caca mental para archivar el progreso (o declive) de su vida como individuos. Cuando uno de estos creadores habla de las drogas como medio de escape del tedio de la vida, o de la disforia de género, o de la depresión, lo hace de una manera genuinamente graciosa, sin tratar de solucionar el problema mediante una charla instructiva. Esto contribuye al pensamiento colectivo de que un problema no tiene por qué arreglarse, ni siquiera tiene por qué tener solución, pero siempre podremos reírnos de él, o reírnos con él.

Del mismo modo, cuando @zorras.regular publica una foto sobre sus problemas de autoestima o sobre el sexo como medio para obtener validación, crea una imagen sincera de alguien que está pasando por un lugar muy oscuro con toda la dignidad que puede. No es una sexóloga diplomada que vaya a arreglarte la vida, es una persona tan jodida como tú que simplemente te puede ayudar a echar unas risas mientras los dos estáis en el fondo del pozo. Esa es la conexión que se busca, eso es lo que la gente quiere ver cuando aprovecha su estreñimiento para pasar 25 minutos sentado en el váter mirando instagram. Esta identidad, construida sobre la empatía, la sinceridad y el reflejo fiel de una actitud que puede resonar con una audiencia que busca un alivio del estrés continuo que es la vida, nos lleva a una clara conclusión: si no estás dispuesto a sincerarte, si no estás listo para sacar a la luz tus miedos y preocupaciones personales sin temor a que te juzguen, para así demostrar que no hay nada de qué avergonzarse siempre y cuando tengas fuerza para aceptar tu propia oscuridad como individuo con una sonrisa, si no estás dispuesto a enseñar al público quien eres realmente, no puedes ser memer.

5. O si no puedes hablar de política

meme es una mierda mundogrisQué bonito hubiera sido. Qué precioso hubiera sido terminar el artículo con esa frase, y establecer que la única vía para el éxito como cómico online es elaborar una identidad artística completa y compleja que te haga conectar con el público afín a quien eres. Sin embargo, como siempre, existe una vía rápida de maximizar estadísticas como la relatabilidad o el valor de las referencias (cosas que se desarrollarán más adelante, cuando este artículo tenga 56093 páginas), y se trata de hablar de cosas que le interesan a todo el mundo. Cuentas como @politicalmoods no necesitan mostrar una identidad personal para conectar con la audiencia (aunque inevitablemente lo hacen, ya sea por su posicionamiento político o su manera de realizar chistes), porque hablan de temas que todo el mundo conoce, o lo que es más importante, temas que a la gente le interesa conocer.

¿Son la depresión post adolescente y el síndrome de peter pan temas relatables e interesantes para mucha gente? Sí. Pero Froilán pegándose un tiro en la pierna simplemente tiene un valor cómico que alcanza esferas de pensamiento tan variadas como numerosas. Todo el mundo puede reírse de esto. Por hacer una analogía que aporta una verticalidad irreal a esta clasificación: los memes anteriores son comida de autor, estos son comida de la abuela.

El rango de audiencia objetivo es básicamente de 9 a 99 años, y en algunos casos, mantener la suficiente ambigüedad política puede hacer que gente tanto de izquierdas como de derechas simpatice con tu contenido, que es un fenómeno que no voy a apreciar ni condenar. Es lo que le pasó a @rompiendo_espana, hasta que un día publicó una foto metiéndose con Pablo Iglesias, lo cual confirmó su posición como activistas Neonazis de la lucha armada. Lo que nos lleva a:

6. A todo el mundo no le puedes gustar

Encuentro casi a diario páginas vacías, que no solo no me transmiten la identidad de una persona pensante detrás de su contenido, sino que ni siquiera cuentan con un humor genérico y moderadamente disfrutable sobre temas como la política o las referencias a la cultura popular. En lugar de eso, se dedican a REPLICAR una fórmula que han visto funcionar en otro sitio.

Uno de los factores que otorga a @zorras.regular la relevancia que tiene en la escena memer (*arcada*) es el hecho de que después de ella nacieron innumerables cuentas de chicas tristes que sentían exactamente lo mismo que ella, y que habían descubierto que el humor era una manera lícita de lidiar con esos problemas que estaban experimentando. Esto dio pie a la creación de muchas cuentas interesantes y divertidas, no me malinterpretéis, pero no fueron todas. Muchas de ellas simplemente trataban de hacerse oír a toda costa mediante mensajes prácticamente idénticos y una estética descaradamente robada, lo cual puede funcionar si tu audiencia no conoce el contenido original, pero al fin y al cabo, estás poniendo sobre la mesa algo que ya ha sido estudiado y desarrollado, estás replicando el comportamiento de alguien que aprecias y admiras, lo cual es muy bonito como muestra de afecto, pero nada útil como método de creación expresiva. Me apena pensar que detrás de estas cuentas pueda haber gente con puntos de vista distintos e interesantes sobre asuntos que ya se han tratado, lo cual SÍ es válido, pero que simplemente no puedan encontrar su propia manera de expresarlos sin reproducir lo que ya se ha hecho antes. Y si ese no es el caso, lo mejor que se puede hacer es recurrir a la sabiduría ancestral del refranero popular, y seguir la regla de “o aportas, o apartas”. No existe una fórmula mágica que vaya a hacerte triunfar en las redes sociales, que tristemente es el objetivo de mucha gente que se lanza a la creación de comedia online. Y si existiera, desde luego no sería una que ya ha utilizado otra persona. Pero no existe. No hay nada que guste a todo el mundo por igual, no hay nada que no te haga posicionarte en algún bando de un conflicto o mostrar al público una opinión sobre un tema que pueda comprometerte en el futuro. No hay nada que todo el mundo entienda, con lo que esté de acuerdo, y que comparta inmediatamente.

7. ¡Váyase, señor cuesta!

meme es una mierda mundogrisJuan Santa Fé (espero que se llame así) o @sntfe trabaja con una maestría envidiable un campo del humor cuya audiencia es tan amplia y casi más numerosa que el de la política: la cultura popular. No todo el mundo sabe cuál es la opinión exacta de cada partido político sobre cada decisión tomada por el gobierno, pero todo el mundo sabe que cuando el Luisma de Aida entraba en escena, las risas enlatadas sonaban igual que Pedro Sánchez. Series como Aquí no Hay quien Viva, Cuéntame Cómo Pasó o la propia Aída hablan con varias generaciones sobre aspectos que ya conocen, aspectos que vinculan a recuerdos de tiempos probablemente más sencillos, y lo que es más importante, aspectos que desde un principio eran graciosos. No tienes que reírte por el meme, puedes reírte por cualquiera de los miles de chistes a los que te recuerda la mención de un personaje entrañable de una serie que veías a diario cuando la emitían. Este contenido alude a una parte muy personal de la audiencia, y crea de una forma muy elegante la identidad necesaria para que esta conecte con la foto, más allá de entender el chiste. En el caso preciso de @sntfe, el conocimiento de referencias oscuras de la historia de España en el campo de la cultura popular es tan denso y profundo que puede ocurrir lo contrario, puedes encontrar un chiste que no entiendas en absoluto, o una referencia a algo que te sea ajeno, como un videojuego nuevo o un Anime que no reconozcas, pero siempre habrá una mención a algo conocido que te haga decir “Vale, es él. Es el friki que se sabe de memoria monólogos de Chiquito de la Calzada de hace 50 años. Se ve que también sabe más cosas. Like.”

8. Pero, ¿y si no sé nada sobre nada?

Es bien sabido que la gente vaga y patológicamente estúpida constituye una mayoría abrumadora de la sociedad (si es que puedes concebir este nivel de metahumor siquiera), y sin duda cuentan con su propio campo de estudio en la comunidad. Se trata del shitposting, denominado “cacaposteo” recientemente por la R.A.E, uno de los mayores representantes de la corriente. El shitposting es, hasta donde lo he estudiado, el cuarto escalón de los grados de ironía, un tema tan denso que requeriría su propio artículo. Es difícil, contradictorio y carente de sentido tratar de explicar con palabras el pensamiento detrás de estas publicaciones, porque en la mayoría de casos no lo hay. Esta práctica se centra en los aspectos primitivos y profundos del humor, estímulos que ni siquiera cuando te ríes de ellos comprendes del todo. Lo único que tengo que tachar a esta corriente es que a veces utilizan cosas como la brutalidad verbal hacia minorías o el racismo estructural como factores cómicos, algo que no necesariamente va ligado a la identidad del creador, pues el shitposter no quiere reflejar en sus posts la ideología política que hay detrás, sino el juego imbécil de “el que diga la burrada más grande gana”. En la comunidad actual, tenemos a los @bocalaberinto representando a la comunidad autónoma vasca, a @pagina_cerrada. como adalid del post-shitposting y a muchas otras cuentas que no mencionaré, porque este campo del arte, como cualquier otro, está fundamentado en el amiguismo y la endogamia creativa. Vamos a hablar un poco de mierda:

9. Memitosano, el musical

En la introducción de este texto he planteado tres preguntas, y me gustaría decir que llegados a este punto he hecho todo lo que he podido para responder a dos de ellas. La tercera sería “¿Existe una revolución social e ideológica tras la oleada de creadores que aún sigue levantándose en instagram y otras redes sociales?”, que considero particularmente interesante.
Si me estás leyendo porque has intentado manifestarte como creador de contenido y te has sentido rechazado por la comunidad, estoy aquí para decirte: que te jodan.

No existe una comunidad. Las comunidades artísticas se levantan sobre causas ideológicas trascendentales tales como la especulación sobre aspectos fundamentales de la realidad que desconocemos, o la representación de una comunidad que es víctima de injusticia social. Que cinco memeros de tres al cuarto se nominen entre sí para cambiar la foto detrás de sus posts mutuamente y extender su esfera de influencia todo lo que puedan no tiene nada que ver con la creación de una comunidad artística.

El infame término “memesfera”, acuñado por la esfera Esteponera a finales del año pasado, ha llegado a ser el símbolo de una élite de creadores que se apoyan entre sí (y sólo entre sí) en una red social, lo cual nunca ha sido sinónimo de nada bueno. Puede parecer que esté lloriqueando, pero, cualquiera que ponga un poco de atención podrá darse cuenta de que los creadores más interesantes y exitosos que un día prácticamente fundaron la MEMESFERA han sido los primeros en querer alejarse de este término una vez ha ido tomando un mínimo de relevancia. Si me estás leyendo porque has sentido que tienes que “sentarte en la mesa de los populares”, quiero que sepas que nadie en esa mesa tiene ningún mérito más allá de decir que está sentado ahí. Instagram no son 5 graciosos haciendo el tag del memecover 45, instagram es el mundo, y el mundo te valora a ti como creador, como individuo, como personalidad con algo que decir y con un punto de vista único, no como parte de esta paja grupal que no lleva a ningún sitio.

Sintiendo que se me quedan muchas cosas en el tintero, me dispongo a poner fin a mi artículo con una frase que suena a cliché masticado, pero que es tan dura como cierta:

“Solo tienes que ser tú mismo”

Post relacionados

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a unirse al Estado Islámico

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a...

Arévalo: Volumen 4

Nadie puede dudar de que esta portada merece una...

Spiz rejuvenecedor: el caso Manolo Kabezabolo

En una época todavía ajena a la viralidad y...

Fumio Kishida: encendida a los 80

El aumento de la esperanza de vida se cierne...

De la oscuridad a 9M$: el ascenso de Bella Poarch

En el mundo efímero de las redes sociales, pocos...

Grimes, la ex de Musk obsesionada con el transhumanismo para bebés

Grimes, cuyo nombre real es Claire Boucher, es un...