El histriónico cantante de Rammstein ha sido acusado de abusar de varias fans en sus fiestas privadas, prendiendo la llama del mayor incendio que hayan vivido los pirómanos teutones. Toda esta historia, que recupera los postulados del #metoo, demuestra que todo está mal.
Lindemann tiene contratada a una mujer para captar entre el público a chicas para invitarlas a las fiestas privadas post-concierto del propio cantante. Eso es un hecho. Para sorpresa de nadie, en esas fiestas parece que hay alcohol, drogas y sexo. Para sorpresa de nadie, el perturbado vocalista, que ostenta un catálogo de parafilias y demencias explícitamente expuestas en su música, su poesía, y en sus manifestaciones públicas y privadas, no parece que guarde un decoro intachable en esas orgías de lujo decadente. Los patrocinadores, temerosos de ser cómplices, se apresuran a romper todos los contratos con el cantante y el grupo, y Lindemann es condenado públicamente aunque no haya, en puridad, pruebas. De forma anónima se multiplican las acusaciones.
Todo está mal y, probablemente, todos sean culpables de algo.
Till, porque se paga a 1,01 en Bet365 que se haya sobrepasado. ¿Alguien en su sano juicio puede dudar de la verosimilitud de las acusaciones?
También lo son las marcas y empresas que, torticeramente, se llevan las manos a la cabeza, habiendo asumido la posibilidad. Y quienes se suben al tren, con ansias de una efímera repercusión o una hipotética indemnización. Por otra parte, quienes van a una fiesta de excesos, drogas, alcohol y perturbación organizada por el paradigma de todos esos conceptos, no deben sorprenderse porque en esa bacanal haya precisamente eso, pues bailan en esa delgadísima línea que desdibuja el consentimiento cuando se está en el epicentro del caos. Tampoco se libra el resto del grupo, emitiendo comunicados oficiales calculadísimos desde los despachos, dando a entender que desconocen el carácter ilícito de las fiestas. Claro.
Una oda completa a los pecados capitales y a las bajezas de todos los estratos, que no debe empañar que Deutschland sea el mejor videoclip de la historia.
