Los influencers no nacen ni se hacen, se cultivan. Por eso, en China, existe un centro comercial donde estos ‘creadores de contenido’ pueden grabar y retrasmitir en público dentro de una especie de pecera de cristal, pero también te los puedes encontrar en la calle. No, no es una distopía. Es real.
¿La razón? Que puedan acercarse a su público y ganar dinero. Pero, ojo, que esto en China significa que el En algunas redes este tipo de caravanas de luces circulares es conocida como “fábrica de streaming”. Una práctica aparentemente normal en China es que Gobierno te obligue a demostrar que estás cualificado para hablar de temas divulgativos durante los streamings. Por ejemplo, algo nada divulgativo y motivo de cárcel podría ser considerado “cuestionar o poner en duda el liderazgo del Partido Comunista”.
Los influencers chinos, sin embargo, prefieren las calles de los barrios ricos de las ciudades para grabarse mostrando sus habilidades. La geolocalización de sus teléfonos les ayuda a hacer recaudaciones más altas y a llegar a más gente.
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En algunas redes este tipo de caravanas de luces circulares es conocida como “fábrica de streaming”. Una práctica aparentemente normal en China