Facebook me ha recordado que hoy, hace dos años, mi prima Ana nos presentó a la family a su novio de 35 palos, 10 más que ella. Fue de las cosas más locas que me han pasado en la vida.
El tío trabajaba de administrativo en algo de la seguridad social. No sé. Casi no hablaba. El caso es que cuando estábamos terminando el segundo plato, se levantó y le dijo a mi tía con un tono extremadamente sosegado: «¿Me puedo cagar en su vaso?», y se bajó los pantalones ?????? Mi tío se levantó de su silla, loquísimo, la abuela empezó a llorar de repente y alguien preguntó de fondo «¿pero por qué se quiere cagar en el vaso de la tía Encarna?» Ana se disculpó y consiguió llevárselo al baño de la mano. El pavo estaba ido, señalando el vaso de mi tía sin pestañear y caminando con los pantalones por los tobillos, como un juguete grande, como un juguete roto. «¿Me puedo cagar en su vaso?», repetía entre susurros mi tío, intentado digerir.
Papá pidió un taxi para el nuevo miembro de la familia y al rato éste se marcho sin despedirse, abochornado o loco, qué más da, no iba a volver.
Mi prima, después de decirnos mil veces perdón, nos explicó que» él está bien» – ta genial, puntualizó mi tía irónicamente -, pero que hace años tuvo un accidente de coche y desde entonces si no se toma una pastilla al levantarse le dan brotes de estos así medio graciosos. Una cosa bastante rara, la verdá. Yo le pregunté si siempre decía lo de cagarse en el vaso de la suegra o iba cambiando. Mi prima me dijo que cambiaba, pero que por lo visto estaba limitado a un registro de 3 o 4 obscenidades del mismo rollo… «Las otras son peores», añadió. A saber.
Como ya no son novios ni na, no creo que pasé nada por subirlo al insta ? Un saludo peña!
