Micropoderosos random

Comparte este post

??????? En este dulce tránsito a la death llamado vida, de vez en cuando me toca soportar a gente que realiza loables esfuerzos por hacerme sentir gilipollas cuando me explica algo que no quiero entender.

Son peña que me odia, digo yo. A mí ellos, como las cosas que me cuentan, siempre me han dado un poco igual.

Y los he aguantado desde crío. Antes eran profes y empollones. Ahora es el encargau. Mi cajero semiautomático del Santander. Una que cada cierto tiempo me manda un WhatsApp diciendo «Copia y pega si no quieres que Facebook se apropie de tus fotos…».

Micropoderosos random. El triunfo del fracaso ajeno. La sombra del cuñao internacional planeando sobre nuestras cabezas. Tipos de carcajada dura y cutre, como plástico invisible; la crean de la nada para pelotear o machacar, dependiendo del estatus de su interlocutor.

Pero yo no les contesto. Paso. Porque creo que esa pretensión de humillar a los demás para subrayar su impostada superioridad a menudo delata la fragilidad de un cuerpo carcomido por hondos complejos, problemas de autoestima, traumas, celos, o vaya usted a saber qué.

Así que eso, sed pacientes con aquellos que no sólo piensan que son más listos que los demás, sino que lo hacen en voz alta.

Comparte este post

??????? En este dulce tránsito a la death llamado vida, de vez en cuando me toca soportar a gente que realiza loables esfuerzos por hacerme sentir gilipollas cuando me explica algo que no quiero entender.

Son peña que me odia, digo yo. A mí ellos, como las cosas que me cuentan, siempre me han dado un poco igual.

Y los he aguantado desde crío. Antes eran profes y empollones. Ahora es el encargau. Mi cajero semiautomático del Santander. Una que cada cierto tiempo me manda un WhatsApp diciendo «Copia y pega si no quieres que Facebook se apropie de tus fotos…».

Micropoderosos random. El triunfo del fracaso ajeno. La sombra del cuñao internacional planeando sobre nuestras cabezas. Tipos de carcajada dura y cutre, como plástico invisible; la crean de la nada para pelotear o machacar, dependiendo del estatus de su interlocutor.

Pero yo no les contesto. Paso. Porque creo que esa pretensión de humillar a los demás para subrayar su impostada superioridad a menudo delata la fragilidad de un cuerpo carcomido por hondos complejos, problemas de autoestima, traumas, celos, o vaya usted a saber qué.

Así que eso, sed pacientes con aquellos que no sólo piensan que son más listos que los demás, sino que lo hacen en voz alta.

Post relacionados

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a unirse al Estado Islámico

El FBI ayudó a un adolescente con autismo a...

Arévalo: Volumen 4

Nadie puede dudar de que esta portada merece una...

Spiz rejuvenecedor: el caso Manolo Kabezabolo

En una época todavía ajena a la viralidad y...

Fumio Kishida: encendida a los 80

El aumento de la esperanza de vida se cierne...

De la oscuridad a 9M$: el ascenso de Bella Poarch

En el mundo efímero de las redes sociales, pocos...

Grimes, la ex de Musk obsesionada con el transhumanismo para bebés

Grimes, cuyo nombre real es Claire Boucher, es un...
Artículo anterior
Artículo siguiente