Viajar es de paletos

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Autor: Eduardo Antonio.

¿Alguna vez te has preguntado qué tenéis en común tú, una estetecién y la persona que más asco te ha dado en tu vida”? A todos os flipa viajar. Igual que a ese hombre insecto que cree que lo mejor que le define es la palabra “viajero” en su bio de Tinder.

Porque si en el mundo existe consenso sobre algo es que viajar es bueno. Porque el fascismo se cura viajando, ¿no? Y como se te ocurra decir lo contrario serás desterrado con las personas que les gusta pintar maquetas y demás furros.

No existe debate. Ya nadie se puede preguntar, ¿dónde ha quedado el sentimiento de aventura? ¿el poder fumar en los aviones? Nadie se atreve a decir que ahora viajar solo significa una cosa: compartir hoteles, trenes y piscinas con gente con la que nunca querrías estar.

Sigues creyendo que es algo exótico, cuando en realidad es una estafa piramidal que funciona gracias a stories de menopáusicas sujetando la Torre de Pisa. Lo siento, pero ya no vas a impresionar a nadie escalando el Everest. Tal vez lo único que capte la atención de tus compañeros de trabajo mientras calientan el tupper sea una estancia larga con piratas somalíes o que hayas probado un poco del jarabe democrático del régimen talibán.

Y ojo con la gente a la que le gusta viajar sola. Podrían ser auténticos recipientes de ETS o psicópatas que te descuartizarán en su baño si no inviertes en su nuevo negocio de hamburguesas.

La única verdad absoluta que existe sobre viajar es que es todos tus ahorros acabarán despilfarrados en experiencias vacías que nunca se quedarán contigo. ¿Quieres un consejo? Coge todo ese dinero e inviértelo en Phantom. Esa crypto lo va a petar. Te lo digo yo.

 

 

 

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Autor: Eduardo Antonio.

¿Alguna vez te has preguntado qué tenéis en común tú, una estetecién y la persona que más asco te ha dado en tu vida”? A todos os flipa viajar. Igual que a ese hombre insecto que cree que lo mejor que le define es la palabra “viajero” en su bio de Tinder.

Porque si en el mundo existe consenso sobre algo es que viajar es bueno. Porque el fascismo se cura viajando, ¿no? Y como se te ocurra decir lo contrario serás desterrado con las personas que les gusta pintar maquetas y demás furros.

No existe debate. Ya nadie se puede preguntar, ¿dónde ha quedado el sentimiento de aventura? ¿el poder fumar en los aviones? Nadie se atreve a decir que ahora viajar solo significa una cosa: compartir hoteles, trenes y piscinas con gente con la que nunca querrías estar.

Sigues creyendo que es algo exótico, cuando en realidad es una estafa piramidal que funciona gracias a stories de menopáusicas sujetando la Torre de Pisa. Lo siento, pero ya no vas a impresionar a nadie escalando el Everest. Tal vez lo único que capte la atención de tus compañeros de trabajo mientras calientan el tupper sea una estancia larga con piratas somalíes o que hayas probado un poco del jarabe democrático del régimen talibán.

Y ojo con la gente a la que le gusta viajar sola. Podrían ser auténticos recipientes de ETS o psicópatas que te descuartizarán en su baño si no inviertes en su nuevo negocio de hamburguesas.

La única verdad absoluta que existe sobre viajar es que es todos tus ahorros acabarán despilfarrados en experiencias vacías que nunca se quedarán contigo. ¿Quieres un consejo? Coge todo ese dinero e inviértelo en Phantom. Esa crypto lo va a petar. Te lo digo yo.

 

 

 

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