[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#ff3154″ background_color=»»]S[/mkdf_dropcaps]i algo ha quedado claro durante esta pandemia es que la droga, al igual que la alimentación o la Sanidad, es un sector primordial. Una industria que, aún en las sombras, es imparable incluso si un virus asola todo el planeta y recluye a todo el mundo en su casa.
De esto ya hablamos en nuestro artículo Yerba a precio de oro por el coronavirus.
Sin embargo, lo que nadie esperaba era que, en estos momentos de reclusión, la ciudad de Granada se convirtiera en el escenario de nuestro Narcos particular:
El pasado 27 de marzo se produjo una persecución por las calles de la zona norte de Granada. Varios agentes de la Guardia Civil perseguían un BMW rojo que se dio a la fuga después de llevarse por delante a un agente que le dio el alto en un control aleatorio. Al volante del BMW estaba el Banano, nuestro querido protagonista.
El Banano es un conocido narcotraficante de la ciudad. Un tipo con un historial de antecedentes bastante extenso y relacionado con el Pistolero, hijo de uno de los traficantes más grandes que haya dado la ciudad, Antonio El Tonto.
Break time para apreciar que El Tonto, fallecido hace un par de años, tiene un puto mausoleo en su honor, con las ropa que solía llevar Y UN JODIDO AUDI Q5 REPRESENTADO EN METAL.
Durante su persecución, el Banano logró llegar a un bloque de pisos. Allí, amenazó a una mujer y se refugió de los agentes en su piso. El problema está en que este bloque estaba dominado por una banda rival: los Mindolo.
Al llegar la Guardia Civil, los agentes vieron el coche en las inmediaciones y comenzaron una redada por los edificios de la zona. Puerta por puerta, encontraron al Banano y le detuvieron, pero al registrar también encontraron varios narcopisos dedicados al cultivo, tratamiento y distribución de marihuana.
El descuido de El Banano le costó a los Mindolo 2.500 plantas de cannabis decomisadas por las autoridades. Esto ha provocado una guerra inminente de clanes en las calles de la ciudad. Los Mindolo han jurado venganza y han iniciado una alianza con el clan de los Moco. “Aquí los esperamos” han respondido los Banano, que se han juntado también con varios clanes vecinos.
Hasta el momento, ya se han sucedido varios tiroteos en Granada y cuatro homicidios, un aumento de la violencia sin precedentes, que han puesto en guardia a los vecinos y autoridades.